Alguna vez has vuelto a casa después de una reunión social sintiendo un vacío o falta de sentido vital?
Has buscado llenar tu vida de actividades productivas o relaciones sociales para tapar la angustia que produce la soledad o el encuentro contigo mism@ ?
Necesitas sentirte viva o validada a través de la mirada de los demás ?
Todo esto indica que hay una llamada interior a la búsqueda de plenitud, solo que en el sentido equivocado, ya que la felicidad que trae el sentirse en paz con uno mismo comienza por la auto-indagación y el auto-apoyo.
Mirar hacia dentro con las preguntas adecuadas o simplemente observando con desapego (como quien mira una película) , es el comienzo de una autoconocimiento liberador.
Es necesario vaciarse de todo lo aprendido a través de un cuestionamiento sincero y honesto con uno mismo.
En la mirada verdadera hacia el propio personaje, sin juicios que lleven a la culpa, sobran las justificaciones y las mentiras. No me puedo esconder de mí mism@. El problema es que tendemos a juzgarnos automáticamente y sale el orgullo a defendernos, por lo que reprimimos o negamos aspectos de nosotros mismos que podrían ser propulsores de crecimiento interior, si se les acoge.
Es mucho mas fácil observarse honestamente con la ayuda de una mirada neutra que nos acompañe.
En las sesiones de Terapia Gestalt exploramos la naturaleza humana a través del dialogo consciente o la comunicación sana. Simplemente llevando luz a la sombra que ocultan nuestros mecanismos de defensa, sin rechazarla. Integrar las polaridades (unificar la dualidad interna) para suavizar la mirada hacia dentro, sería una parte importante del camino.
Una se siente escuchada de verdad, comprendida y valorada. Y poco a poco se pasa de la valoración externa a la interna, del miedo a la confianza.
Así se desarrolla el Amor propio que permita pasar:
- de la falta de sentido a las ganas de vivir
- de la `necesidad ansiosa de vida social, a disfrutar de la soledad sintiendo a la vez conexión con los demás.
Y de esta manera salir de la prisión que supone la falta de autoestima y la necesidad de gustar a los demás (o demostrar algo a la sociedad). Construimos desde dentro, permitiendo la auto-expresión.
Entonces surge la generosidad natural, de forma fluida.
Gracias a una mente cuestionadora que se atreve a llegar hasta el final, desde un corazón entregado y sincero que puede acogerlo todo y transmutarlo. Desde ahí, tomarse la vida como un juego, una aventura, un reto divertido. Con entusiasmo.
Hay un fuego interno que abrasa si no es atendido amorosamente. Puede convertirse en nuestro hogar, que proporciona calidez y paz interior. Siempre nos acompaña donde vayamos, podemos percibirlo y sentirlo cada instante. Para llegar a conquistarlo necesitamos subir una escalera que supone un pequeño esfuerzo a cada paso. Puesto que el fuego de nuestra Verdad esta muy arriba y no alcanzamos a verlo, al principio es necesaria la Fe. Y una vez que lo divisemos, seguir confiando.
A veces necesitamos un pequeño empujón porque nos faltan las fuerzas para seguir.
Gracias al acompañamiento emocional en las sesiones, recordaremos: que somos los únicos responsables de alimentar ese fuego, que existen partes olvidadas o descuidadas de nosotros mismos esperando a ser atendidas, y que las crisis son en realidad un grito desesperado de nuestro Ser que desea completarse.
Se trata de enfocar esa energía libre y descontrolada para reconocer el Poder de la Intención que nos hace Fuertes y francamente valiosos.